Las farmacias se han convertido en un elemento indispensable para la ciudadanía en mitad de esta grave crisis propiciada por la expansión del temido COVID-19. Prueba de ello es que 22.000 oficinas siguen prestando con relativa normalidad un servicio de primera necesidad como es el suministro de medicamentos a la población.
Sobra decir que es absolutamente indispensable mantener a rajatabla todas las medidas estipuladas por la OMS, el Gobierno y las autoridades sanitarias para proteger no solo a los clientes, sino también a los trabajadores de la oficina de farmacia. Estos establecimientos son de los pocos que se mantienen abiertos al público en medio de la crisis sanitaria en que está envuelto nuestro país por la evolución del COVID-19.
Los profesionales de farmacia, además de cumplir debidamente con las propuestas de las autoridades, tienen la obligación para con sus clientes de promover otra serie de medidas drásticas para evitar contagios y colaborar a detener cuanto antes la temida curva de contagios por día.
¿Qué medidas de seguridad debemos mantener?
Mantener la distancia mínima de seguridad entre personas de más de un metro, así como mantener en todo momento el control dentro del establecimiento para evitar posibles aglomeraciones.
Dentro del despacho deberán asimismo establecerse unas medidas de limpieza y desinfección constantes. A mayores, algunos Colegios de farmacéuticos proponen la posibilidad de tener habilitado un espacio específico por si entrase un paciente infectado por coronavirus.
Se ha generado, debido al estado de alarma en el que se encuentra sumido el país, cierto dilema sobre el uso correcto que se debe dar a las mascarillas. Solo se recomienda encarecidamente su uso, así como los guantes, en el caso en que se vaya a producir un contacto físico directo con el cliente.
Por descontado, si se diese el supuesto de que el farmacéutico tenga síntomas propios del COVID-19, debe ponerse en cuarentena en su domicilio y ponerse en contacto con el 112 o el teléfono habilitado para este efecto por cada Comunidad Autónoma, con la intención de liberar los otros números de emergencias.
Sin embargo, los empleados de farmacia no son ajenos a poder contraer el virus. Si eso sucediese, y tras recibir la confirmación de ‘positivo’ por parte de las autoridades competentes, el trabajador quedará en una situación similar a la baja por accidente laboral. Al mismo tiempo, todos los compañeros del afectado si los hubiera deberán quedarse aislados y por descontado, la farmacia deberá ser cerrada al público. El tiempo de aislamiento será el que dictaminen los médicos.
En caso de precisar una baja laboral, está previsto que el reparto del sueldo del trabajador se reparta entre la Seguridad Social o la Mutua Laboral correspondiente quienes abonarán el 75% del salario
Por último, y dada la situación actual, en el decreto de Estado de Alarma por parte del Gobierno, se establece la posibilidad de realizar teletrabajo siempre que sea posible para mantener el confinamiento en casa. Sin embargo, trabajar desde casa parece complicado y, sobre todo, poco productivo para las farmacias. Una de las labores fundamentales del profesional farmacéutico es tener contacto directo con el paciente y dar respuesta a sus dudas sobre los tratamientos a seguir, siguiendo siempre la supervisión médica. No obstante, sí podría el teletrabajo una buena solución para llevar a cabo misiones que no precisan del profesional físicamente en la botica, tales como tareas administrativas o cualquier tipo de función telemática.
Desde FarmaQuatrium no nos cansamos de daros las gracias por el compromiso y el esfuerzo que estáis haciendo día a día e esta lucha.
#graciasmifarmacia