12/Jul/2016
Más de la mitad de los pacientes mayores de 65 años polimedicados presentan al menos un criterio STOPP-START
Así lo ha concluido el estudio de Damià Barris Bundell publicado en la revista Farmacéuticos Comunitarios en el segundo trimestre de 2015, “Revisión de medicación según criterios STOPP-START en pacientes mayores del servicio de sistema personalizado de dosificación de medicamentos de una farmacia comunitaria”.   Tras un estudio cuasi experimental realizado en una farmacia de […]

Así lo ha concluido el estudio de Damià Barris Bundell publicado en la revista Farmacéuticos Comunitarios en el segundo trimestre de 2015, “Revisión de medicación según criterios STOPP-START en pacientes mayores del servicio de sistema personalizado de dosificación de medicamentos de una farmacia comunitaria”.

 

Tras un estudio cuasi experimental realizado en una farmacia de Málaga por Damià Barris, en el cual se seleccionaron a 84 pacientes mayores de 65 años que tomaran más de un medicamento, se ha conocido que 46 de ellos (54,8%) presentaban algún criterio STOPP-START, con una media de 1,07 por persona. Concretamente, podemos destacar que de los pacientes afectados un 36,9% solo presentaba criterios STOPP; un 32,6%, únicamente criterios START; y, por último, ambos criterios estaban presentes en un 30,5%.

A este respecto, merece la pena mencionar que dichos criterios STOPP-START fueron desarrollados por la Sociedad Europea de Geriatría en el 2008. Por una parte, los criterios STOPP (Screening Tool OF Older Person´s potentially inappropriate Prescriptions) engloban 65 indicadores de prescripciones que pueden ser potencialmente inadecuadas que incluyen interacciones entre fármacos, duplicidades terapéuticas o medicamentos que provocan el incremento del riesgo de deterioro cognitivo.

Por otra parte, los criterios START (Screening Tool to Alert Doctors to Right Treatment) abarcan 22 indicadores que se basan en la evidencia del inicio de medicamentos precisos para un diagnóstico concreto, siempre y cuando no haya contradicciones, tal y como indica Damià Baris.

Según afirma el farmacéutico en su estudio, estos criterios pretenden mejorar la evaluación farmaoterapéutica de los pacientes, y no reemplazar el juicio clínico. Es decir, presentan pautas y recomendaciones sobre las medicinas que sería preciso evitar en función de la situación clínica individual de cada paciente.

Así pues, Damià Barris defiende la necesidad de la revisión sistemática de la medicación en ancianos, que presentan múltiples enfermedades y a quienes se les prescriben un gran número de medicamentos. De hecho, la prescripción inadecuada es frecuente y se asocia con un incremento de determinados efectos adversos y con un mal uso de los recursos; los criterios STOPP-START presentados anteriormente facilitan la identificación de dichas prescripciones inadecuadas.

Con ayuda de una aplicación informática on-line que procesa la información de cada paciente combinando datos fisiológicos, clínicos y el tratamiento farmacológico, Damià Barris ha podido concluir cuáles son los criterios STOPP-START más comunes entre los mayores.

En primer lugar, con respecto a los criterios STOPP, destaca que se ha detectado como situación más frecuente el uso prolongado de benzodiacepinas de vida media larga o benzodiacepinas con metabolitos de larga acción (14,4%), seguido del riesgo de hipoglucemia prolongada por el tratamiento con glibenclamida o clorpropamida en la diabetes mellitus tipo 2 (13,3%).

Seguidamente, en lo referente a los criterios START, la tesitura más habitual corresponde al sistema endocrino, antiagregantes plaquetarios en la diabetes mellitus si coexisten uno o más factores mayores de riesgo cardiovascular, con un 15,6%. En segundo lugar, se encuentran la terapia con estatinas en la diabetes mellitus con coexistencia de factores de riesgo cardiovascular y, además, la metformina en la diabetes mellitus tipo 2 ± síndrome metabólico, ambos con un 8,9%.

La revisión periódica y sistemática de los tratamientos dentro de los programas de atención farmacéutica en farmacias comunitarias sería, según Damià Barris, una manera lógica de reducir y minimizar las prescripciones inadecuadas y los problemas relacionados con algunos medicamentos.

Este estudio ha permitido a su autor conocer, según los criterios STOPP-START,  ciertas medicaciones inadecuadas y determinados fármacos necesarios pero no prescritos a los pacientes.

 

Fuente y más información: «Revisión de medicación según criterios STOPP-START en pacientes mayores del servicio de sistema personalizado de dosificación de medicamentos de una farmacia comunitaria«, Damià Barris Blundell